Si dos respuestas se oponen, una es correcta. Supuesto de examen
En ocasiones, el examinador rellena una de las respuestas incorrectas diciendo exactamente lo contrario que en la respuesta correcta. De esta manera, esta respuesta frontalmente opuesta se convierte en el reflejo de la respuesta correcta y nos la indica de forma encubierta.
Esto fue lo que sucedió en la pregunta 6ª del examen tipo test de acceso a la Judicatura y Fiscalía de 2017. En ella nos encontramos con dos respuestas que son opuestas: el discurso de odio no puede ser un límite a la libertad de expresión y no ser un límite a la vez, con lo cual, necesariamente, una de las afirmaciones es correcta y la otra falsa.
Esto nos apunta a dichas respuestas a la hora de tomar nuestra decisión. Podría ser, no obstante, que el resto del texto de la versión correcta la hiciera incorrecta, pero en este caso no es así. Efectivamente, la opción correcta es la d), pues como límite a la libertad de expresión, se prevén sanciones para garantizar que no se traspase dicha limitación. Y es que, como sabemos, no hay ningún derecho absoluto.
Por cierto, nótese que la respuesta a) es muy improbablemente cierta porque no tendría mucho sentido que en un examen de acceso a la Judicatura y Fiscalía, se preguntara por conceptos extrajurídicos, ya sea periodísticos, como en este caso, o de cualquier otro tipo de profesión. ¡Ni que el Juez tuviera que conocer la jerga de todos los profesionales! Esto no es ninguna técnica de test, sino más bien, sentido común, que debe aplicarse en todas las esferas de la vida – también en los exámenes.
Reflexionar tranquilamente sobre qué se nos pregunta y de qué tratan las respuestas puede llevarnos a soluciones de sentido común, o al menos a descartar respuestas que no son de sentido común.