Distinciones intimidatorias que enmascaran otras más sencillas
He escogido esta pregunta del test oficial de Jueces y Fiscales de 2017 porque permite aplicar a la vez dos técnicas. Por un lado, resulta evidente que las opciones c) y d) están formuladas con una similar literalidad. Esto nos indica que, probablemente, una de las dos es la opción correcta. Lo que es menos evidente es qué criterio debemos utilizar para distinguir entre una y otra respuesta.
Eso se debe a que el examinador ha utilizado un elemento intimidatorio, como es el plazo necesario para comunicar el desistimiento. Es probable que el opositor no recuerde el plazo y eso, junto con los naturales nervios, le lleven al bloqueo. Y es que como seres humanos tenemos tendencia a fijarnos en lo complejo y lo negativo, así como a sacar conclusiones rápidas y a tenerlas por definitivas, por aplicación del efecto Einstellung. De esta manera, decidimos que, aplicando el criterio de que no conocemos los plazos, no sabemos contestar a esta pregunta.
Y esa decisión nos impide darnos cuenta de que hay otro elemento de distinción mucho más sencillo, ya que, como podemos ver, la opción c) habla del desistimiento del arrendador, mientras que la opción d) habla del desistimiento del arrendatario.
Es, sin duda, mucho más difícil saberse los plazos de comunicación previa del ejercicio de toda clase de derecho, que recordar a quién corresponde dicho derecho. En este caso, el derecho de desistimiento es una facultad que corresponde al arrendatario, como parte más débil del contrato, y no al arrendador.
Así pues, lee con cautela antes de decidir que no sabes responder a una pregunta, porque en ocasiones, el elemento intimidatorio incluido por el examinador puede llevarte a pensar que no conoces la respuesta. Y una vez se tiene esta idea en la cabeza, el efecto Einstellung puede impedirte ver un dato que te lleva a la solución, aplicando un criterio que conoces bien, como es la titularidad del derecho.
No aceptes un «no me lo sé» como un hecho inamovible. Relee, marca la pregunta y revísala al final del examen. A veces, cuando vuelves pasado un rato, te das cuenta del elemento que habías pasado por alto. No dejes que te la jueguen, ni el examinador, ni tus procesos heurísticos.