Lectura y repaso no son suficientes. Por qué debes estudiar activamente para las oposiciones
Los beneficios de la recuperación activa en la preparación para los programas de oposiciones a Justicia
Si durante el estudio del temario para oposiciones, has utilizado mis consejos y herramientas nemotécnicas explicadas en posts anteriores, pero no consigues recordar todo lo que has leído y repasado, quizá debes centrarte en la recuperación activa de lo memorizado.
Para ello, son muy útiles los test y evaluaciones, incluso los autoimpuestos. Ciertamente los exámenes generan estrés o ansiedad, heredados quizá de nuestra etapa en la escuela. Hoy, hay quien duda de su eficacia en el proceso de aprendizaje, por, supuestamente, promover la memorización a corto plazo frente a la comprensión de lo estudiado.
La recuperación activa beneficia la consolidación de la memoria y la comprensión de los conceptos jurídicos
No obstante, la validez de estas afirmaciones es relativa, a la luz de nuevos estudios y metodologías desarrollados por neurocientíficos, psicólogos y educadores como Jeffrey Karpicke, Mark McDaniel y Pooja Agarwal.
Sus investigaciones señalan que –al contrario de lo que se suele creer– la memoria y el aprendizaje están íntimamente relacionados, ya que es necesaria la comprensión de un tema para lograr su almacenamiento en la memoria a largo plazo. Por ende, la comprensión es un proceso de aprendizaje.
Además, los estudios indican que para lograrlo es necesario generar cierta dificultad que, a su vez, demanda una actitud activa en el estudiante para asimilar lo aprendido. De esta manera el conocimiento obtenido por métodos de estudio pasivos (lecturas, relecturas, toma de notas, consultas, visionado de material audiovisual, etc.) se traslada desde la memoria de corto plazo hacia la de largo plazo más efectivamente.
Para mantener esta actitud activa en el estudio, es necesaria la aplicación de técnicas de evaluación del aprendizaje. Algunas pueden ser el Método Leitner (sobre el cual ya escribí en un artículo anterior), dibujos, redacción, mapas conceptuales, narraciones y exposiciones orales y cuestionarios escritos. Más adelante desarrollo algunas opciones de estudio activo. Por ahora, lo que quiero es que entiendas que todas estas opciones tienen el propósito último de forzar a la memoria a recordar lo que se ha leído previamente acerca de una materia, a analizarlo y ponerlo en contexto, a relacionarlo con otros conocimientos y, finalmente, a expresar lo aprendido.
Este trabajo de recordar lo aprendido y “reconstruirlo” para aplicarlo a otro contexto consolida la memoria.
El estudio activo reduce la ansiedad ante los exámenes de la oposición y tiene otras ventajas
Además de ayudar a memorizar, estas actividades de práctica de recuperación de la memoria permiten identificar de manera objetiva cuánto se sabe sobre un tema. Se evita así caer en la ilusión de fluidez o de competencia (ojo: vídeo en inglés), uno de los mayores enemigos del opositor (para saber más, puedes consultar aquí un artículo en inglés sobre este fenómeno psicológico del estudiante), pues una autoevaluación es totalmente transparente: o sabes o no sabes presentar el contenido, no hay duda posible.
Al autoevaluarte puedes identificar las lagunas y puntos débiles de tu comprensión y memorización de los materiales de la oposición y orientar el estudio adecuada y eficientemente. Es decir, la dificultad a la hora de recordar algo te permite asignarle prioridad a la hora de estudiarlo de nuevo en el futuro. Esto, como opositor, tiene un valor enorme por el ahorro de tiempo que supone, al permitirte dedicar tus energías a estudiar en profundidad aquello que aún no has asentado, a la vez que limitas el tiempo empleado en lo que ya has consolidado de forma efectiva.
Además, la memorización activa, combinada con el repaso espaciado, de la que también hablé en este artículo sobre estudio a largo plazo, pueden dar como resultado un recuerdo mucho más duradero, con menor inversión de tiempo.
Por otro lado, la autoevaluación permite medir el progreso relativo, de manera que puedas identificar patrones tales como: si estudio un tema nuevo por la tarde, no lo retengo en memoria como si lo estudio por la mañana; o el día de después de cantar en el preparador determinadas tareas no me rinden bien, pues al evaluarme
Según la web Retrieval Practice de la científica cognitiva Pooja Agarwal, la ventaja adicional de este método de estudio se encuentra en que te prepara para las verdaderas evaluaciones, disminuyendo hasta en un 72% la ansiedad frente a ellas. Esto supone que para vosotros, los opositores a Fiscalía, Judicatura y Letrados de Administración de Justicia, será más fácil enfrentaros al Tribunal durante los exámenes orales si os habéis acostumbrado a utilizar exigentes métodos de recuperación activa. No en vano la práctica común que tienen todos los preparadores es que ante ellos se canta, de manera similar a como se cantará ante el Tribunal.
La reducción de la ansiedad el día del examen por la realización de “prácticas de cante” se debe a que el cerebro se acostumbra al estrés generado por esta modalidad de recuperación activa de la memoria, de manera que cada vez genera menos ansiedad. Así como al hecho de que conoces de una manera más objetiva qué sabes y qué no, lo que reduce el nivel de incertidumbre, origen de mucha ansiedad.
En efecto, cuando sabes que no sabes no sientes mucha ansiedad –esperas suspender y no te juegas nada–, de manera similar a cuando tienes la certeza de que conoces el tema que se te ha planteado. La ansiedad aumenta en la zona de incertidumbre, en la que puedes o no alcanzar el nivel esperado.
He adaptado un mapa conceptual sobre recuperación activa que encontré en Learning Scientists para aclarar el concepto:
Cómo utilizar la recuperación activa para un estudio eficiente de oposiciones
Para responder a la pregunta cómo se ejercita la memorización activa se debe tener presente que la clave está en pasar de ser un simple receptor a ser un sujeto activo que se apropia del conocimiento, lo transforma y es capaz de transmitirlo.
Piénsalo: como opositor a Judicatura o Letrados, ¿cuántas veces te has leído el Código Penal? Es posible que hasta ahora hayas obtenido una noción sobre cada artículo, e, incluso, que los sepas de memoria, sin que por ello entiendas la totalidad de sus implicaciones ni seas capaz de explicarle a otro qué significan sus conceptos.
Sin embargo, si has tenido experiencia ante los Tribunales, te acordarás perfectamente de aquellos artículos específicos que recogen los tipos penales sobre los que haya versado el litigio y, seguramente, seas capaz de explicar su significación, matices y consecuencias. ¿Por qué? La razón es que has llevado el conocimiento a la práctica, esforzándote no solo en recordar, sino también en transformar el conocimiento teórico para extraer consecuencias prácticas a las que has dado una aplicación. Esta es la base de la recuperación activa y de la importancia de los procesos de evaluación y las prácticas de recuperación de la memoria.
A continuación, te daré unas consideraciones para aplicar de forma óptima la recuperación activa al estudio del programa de tu oposición:
- Aplica las herramientas de estudio activo cada cierto tiempo para beneficiarte también del repaso espaciado. Pero no te limites a usar solo una técnica de recuperación activa. Utiliza todas las que puedas y mantén las que sean útiles para ti. Así retarás a tu cerebro de maneras variadas a aplicar el conocimiento adquirido en las sesiones de estudio, evitando el aburrimiento que lleva al repaso pasivo.
- Repasa al menos tres veces el material ya memorizado. En esta entrevista de Cult of Pedagogy, Pooja Agarwal habla sobre una investigación de sus colegas Katherine Rosen y John Vendlinski, que ha demostrado la importancia de esta técnica para disminuir la posibilidad de olvidar el contenido.
- Revisa el material de estudio después de cada actividad de repaso activo para autoevaluarte, con el objetivo de identificar tus fallos para poder corregirlos o reforzar tus áreas débiles.
Ten en cuenta que, en el repaso activo, las evaluaciones no requieren ser calificadas. Los exámenes tradicionales pueden desviar la atención hacia la obtención de una puntuación alta, en lugar de centrarla en la asimilación del conocimiento per se o en la identificación de las lagunas existentes.
Herramientas para estudiar activamente
Utilizar esta técnica de estudio eficiente no es algo que requiera de mucha ciencia, pues existe una gran variedad de herramientas y actividades que pueden ayudarte a fortalecer activamente la memoria.
Aquí algunas ideas:
- El Método Leitner, sistema de tarjetas o flashcards. Consiste en escribir preguntas y respuestas en el reverso y anverso de tarjetas y meterlas en una caja. De esta caja sacarás las tarjetas una por una para contestar a sus interrogantes. Si aciertas la respuesta, la tarjeta pasará a la siguiente caja, y así sucesivamente hasta por un total de cinco. El número de la caja determina cuándo deberás volver a revisar la tarjeta. Si fallas, la tarjeta deberá regresar a la primera caja. Si deseas más detalles, lee el post sobre memorización a largo plazo que ya he mencionado un par de veces.
- Resolver test y cuestionarios. A medida que lees sobre, por ejemplo, la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público, puedes apuntar preguntas sobre puntos relevantes, que luego te servirán para evaluar cuánto recuerdas de lo leído. También puedes hacerte preguntas sobre el contenido de manuales jurídicos de desarrollo o de mis manuales para oposiciones a Judicatura o a Letrados de la Administración de Justicia, o apoyarte en libros de preguntas test o webs o aplicaciones para opositores.
- Redactar. Una opción que no requiere tanta preparación es redactar una explicación sobre el tema que estas estudiando. Si se trata, por ejemplo, de memorizar los títulos y capítulos de una parte del Código de Comercio, puedes escribir todo lo que recuerdes sobre su contenido y luego revisar si te has olvidado de algo.
Bonus: además, escribir a mano refuerza la memoria sobre lo escrito. Pero no cometas el error de abusar de este método, porque escribir es lento.
- Elaborar mapas conceptuales u otro tipo de gráfico para explicar una materia. Es útil para memorizar la estructura de órganos o para recordar los pasos de los procedimientos en Derecho Procesal. Debes dibujarlos desde lo que has podido retener y no consultar para ello ningún material. Al terminar, puedes comprobar si has acertado.
Nota: También puedes usar un mapa conceptual para repasar, pero eso será un repaso pasivo, no activo. En muchas ocasiones, el mapa conceptual se elabora solo para forzar el repaso activo. Tanto es así, que, después, puedes incluso tirarlo.
- Enseñar a otros. Es una forma perfecta de expresar tus conocimientos y evaluar tu propia comprensión sobre cualquier asunto. Si tienes un amigo que se encuentra como tú preparándose para opositar a Justicia, podéis poneros de acuerdo para explicaros los temas mutuamente de manera alterna.
- Resolver problemas reales. Como dije previamente, la práctica es la mejor manera de asimilar lo estudiado, porque obliga a transformar el conocimiento teórico y conectarlo con la realidad, así como a plantearse en profundidad las consecuencias y ramificaciones de lo que se sabe. Como es imposible que lleves un caso relacionado con cada uno de los puntos del temario para oposiciones -es más, eso sería lento e ineficiente-, puedes buscar casos emblemáticos e intentar resolverlos con lo que has aprendido, a modo de evaluación, sin comprobar antes el resultado.
Además, te permitirá asociar el contenido teórico a un caso real. La asociación también refuerza la memoria, como comenté en el post enlazado.
Ojo: este método es lento y lo recomiendo para aquellas lagunas severas o puntos especialmente complejos del temario.
Otras herramientas curiosas para memorizar: El Método de las Iniciales y Sans Forgetica
Buscando información para este artículo, encontré otras herramientas no convencionales que pueden servir para aplicar la recuperación activa. Estas son las que me parecieron más atractivas para los opositores a ramas jurídicas:
- El Método de las Iniciales: Este vídeo de Youtube (en inglés) explica una técnica para memorizar textos enteros palabra por palabra. Se basa en leer un texto tratando de memorizarlo, acto seguido escribir las iniciales y signos de puntuación que contiene y obligarse a rellenar las lagunas de memoria –claro ejemplo de recuperación activa.
Por ejemplo, si tomamos el artículo 35 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que declara: “Contra el auto en que se deniegue el requerimiento de inhibición sólo habrá lugar al recurso de casación”, utilizando este método, deberás escribir en un papel las iniciales de todas las palabras que conforman la oración, incluyendo si son mayúsculas y los símbolos de puntuación entre ellas: “C e a e q s d e r d i s h l a r d c”. Después, sin mirar el texto original, deberás tratar de recordar las palabras que representa cada letra.
Al principio, probablemente, será difícil que aciertes, pero con la repetición, el recuerdo se asentará y podrás citar el artículo literalmente.
- Sans Forgetica: Es una tipografía que ayuda a memorizar lo que se lee. Desarrollada en la prestigiosa RMIT University de Australia, cuenta con su propia plataforma online. Se centra en la dificultad deseable, un concepto que sugiere que, para asegurar la consolidación de un recuerdo, es fundamental cierto nivel de complejidad en el proceso de memorización y aprendizaje.
Incluye una extensión para Chrome que transforma la tipografía de un texto para complicar su lectura. Irónicamente, esta dificultad deseable fuerza el estudio activo y permite que después sea más fácil rememorar el contenido.
Además de estas herramientas, hay otras muchas escondidas en la red. Puedes investigar un poco y encontrar la que sea más adecuada para ti. También puedes elegir uno de los métodos tradicionales que ya te he explicado.
Para saber más sobre la dificultad deseable, estate atento al blog: próximamente publicaré un artículo explicando su relevancia en el proceso de memorización a largo plazo. Si no quieres perdértelo, también puedes registrarte en la lista de correo –encontrarás el formulario debajo– para recibir mensualmente un resumen de lo publicado en el blog, además de otros datos de interés para opositores.
Corrección ortotipográfica y de estilo cortesía de Belén Ripoll Salas:
Si quieres saber más sobre memorización y estudio, este post enlaza a todas las materias relacionadas, incluyendo métodos nemotécnicos, sistemas de estudio y más.
Un día decidí dejar de opositar a Justicia y empezar a buscar cómo dar algo de valor a los demás. Desde entonces he publicado una treintena de manuales para oposiciones y he descubierto que ayudar a los demás a lograr sus objetivos me encanta. Firme defensor de tres principales ideas: del optimismo de combate, del aprendizaje de por vida y de la reciprocidad+1.
Si quieres saber más sobre memorización y estudio, este post enlaza a todas las materias relacionadas, incluyendo métodos nemotécnicos, sistemas de estudio y más.