Un problema habitual al que se enfrenta el nuevo opositor es no conseguir soportar las horas de esfuerzo de concentración necesarias para avanzar con el programa de estudio. En el anterior artículo hablamos del agotamiento del ego y cómo reducir el número de decisiones para reservar la energía. Una vez limitados los factores de agotamiento externos, el siguiente paso consiste en consolidar un hábito de estudio para que la tarea mental, en sí misma, te resulte menos agotadora. De este modo podrás crear una rutina de estudio como opositor.
Cómo desarrollar la rutina de estudio para opositar con éxito
Para ello, en este artículo vamos a abordar cómo construir, paso a paso, la rutina de estudio que todo opositor necesita para lograr su plaza.
En mi experiencia, y por lo que he visto, hay dos maneras de afrontar la adaptación a la oposición: todo por el todo y los minihábitos. El primer caso supone tratar de estudiar a máximo nivel desde el primer día y el segundo, mejorar consistentemente y paulatinamente, buscando fijar metas diarias que sean exigentes pero asequibles.
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